jueves, 10 de noviembre de 2016

XXII Marxa del Garraf (6 de noviembre de 2016)

La última prueba de la Copa Catalana de Marxes de Resistència. Por fin, después de tantos meses de madrugones y kilómetros iba a conseguir el objetivo que me marqué a finales del 2015. Durante los días anteriores, se anunciaban lluvias y los primeros fríos para el fin de semana, pero tenía clarísimo que eso no iba a impedir que, ni que fuera arrastrándome, llegara hasta la meta. En casa también estaban todos contentísimos, pues no hay que olvidar que estas aventuras afectan también a nuestro entorno más próximo.

"Jaula" de corredores. Foto: UME Gavá.
La salida será a las 6 de la mañana del domingo, así que me levanto a las 3, tomo un buen desayuno y salgo en coche hacia Gavá. Habrá más de 1.000 participantes entre las dos distancias (48 km y 21 km) y la organización ha habilitado zonas de aparcamiento señalizadas. Cuando llego cerca de la zona de salida hacia las 5 de la mañana, la Guardia Urbana me muestra amablemente dónde debo dejar el coche. Una primera gran impresión de la organización. Me dirijo a buscar el dorsal, pero toca esperar unos minutos, ya que aún están montando el chiringuito. Hace bastante frío, y hoy ya he estrenado la camiseta térmica y los guantes que guardé hace unos meses, además del cortavientos impermeable. En ese momento empieza a llover, pero por suerte el viento se lleva las nubes y al final el sol nos acabará acompañando durante toda la prueba.

La larga fila de participantes con la ciudad al fondo. Foto: Xavier Capdevila (FEEC).
El recorrido es circular, sobre una distancia de 48 km con un desnivel acumulado de 3.214 m.  Es una prueba que se puede hacer caminando o corriendo así que, para facilitar la salida, la organización ha habilitado una zona vallada por delante del arco de salida para concentrar a los corredores, que saldrán por delante. Es la primera prueba de la Copa en la que encuentro esta distinción entre corredores y caminadores, pero tiene su explicación, ya que, después de unos dos kilómetros a la salida de Gavá, se inicia una subida con bastante desnivel hasta el kilómetro 9 por unos senderos muy estrechos y técnicos donde es imposible adelantar y donde hay que ir obligatoriamente en fila india. Salgo corriendo y me sitúo en buena posición antes de la subida. Sin embargo, no soy muy rápida subiendo así que me voy apartando para dejar pasar a los corredores que veo que me van alcanzando. Aún no ha salido el sol, así que el oscuro camino sólo está iluminado por la larguísima fila de participantes con sus frontales. A medida que vamos ganando altura, se ven al fondo las luces de la ciudad. Es un espectáculo precioso.

Llegando al primer avituallamiento. Al fondo, el radar meteorológico del Puig de les Agulles.
Minuto a minuto, cada vez hay más luz natural y por fin apago el frontal antes de llegar al avituallamiento del km 9, en uno de los puntos más altos del recorrido. Allí me encuentro bidones con bebida caliente, dónuts y otros alimentos. Yo sólo tomo un vaso de cacaolat caliente que me sienta de maravilla. Desde ese punto hasta el siguiente control del km 18 descenderemos 500 m, primero por una carretera y después por un estrecho sendero que bordea las canteras que hay esa zona y que finaliza en la playa del pueblo de Garraf. Este tramo, con el mar al fondo, es absolutamente impresionante. El camino no es difícil, así que puedo correr a buen ritmo hasta llegar al control. El sitio es precioso. Tenemos la playa y las olas rompiendo a pocos metros de nosotros. Ese momento hay que aprovecharlo, así que me quedo unos minutos comiéndome un pequeño bocadillo de jamón y admirando el paisaje.

km 18. Garraf.
Bordeamos un pequeño tramo de playa y encaramos ya las empinadas subidas hacia el interior del macizo del Garraf. Los senderos son estrechos, rodeados de vegetación baja y arbustos típicos de esta zona, con muchas piedras. El desnivel será principalmente en subida hasta el kilómetro 36, con algunas pequeñas bajadas intermedias. Hay bastantes tramos con ese desnivel justo que no sabes si caminar o correr y que hago a intervalos, corriendo y andando. Desde el km 9 que he ido casi todo el tiempo sola. La verdad es que me encanta esa sensación de libertad, estoy disfrutando muchísimo. Además, hoy el marcaje del recorrido es sorprendente. Está hecho a conciencia, a prueba de miopes, como una servidora. Por primera vez en este campeonato, hay veces que hasta pienso que se han pasado con tanta cinta, ja, ja,... Si le añadimos que físicamente mi cuerpo está respondiendo de maravilla, no podía ir mejor.

Un par de avituallamientos más y encaramos los 11 km de la bajada final. De ellos, los primeros 7 km aproximadamente son por caminos bastante técnicos, que hay que bajar básicamente saltando de piedra en piedra. Pongo a prueba la técnica que he ido aprendiendo durante todos estos meses y me sorprendo de lo rápido y bien que voy. Hay que ir muy concentrado y al final se hace un poco largo. Además, en ese tramo nos encontramos con los caminadores de la distancia corta. Nunca les pedí paso, por respeto, pues no participaban en ninguna carrera, y tengo que agradecerles la deferencia que tuvieron absolutamente todos al apartarse cuando oían que les alcanzaba corriendo por detrás.

Finalmente, piso las primeras calles de las urbanizaciones que rodean Gavá, lo que es un gran descanso para mis pies. Aún quedan unos 4 km hasta la meta, pero tengo fuerza suficiente, así que aumento el ritmo. Voy mirando el reloj, pues mi idea era llegar antes de las 7 horas. Por nada especial, sólo son esos objetivos que nos marcamos a nosotros mismos. Veo mi coche aparcado, unos cientos de metros más y ya llego a la plaza del Ayuntamiento. Hay mucha gente, entre los llegados a meta y toda la gente animando. Y me fichan la tarjeta en 6 h 49 minutos. Es un gran tiempo y estoy contentísima. Bocadillo de longaniza, un dónut y una Coca-Cola en botella de cristal (me encanta).

He ganado mis últimos 17 puntos y, con 274, ya he conseguido la Copa Catalana de Marxes de Resistència 2016. Estoy cansada, para qué nos vamos a engañar. Es un reto que requiere mucho sacrificio, sobre todo si, como una servidora, el objetivo es hacer todas las pruebas corriendo. Y, ¿por qué escogí este objetivo a finales de 2015? Hay una razón de mucho peso y os lo explicaré en la reflexión que publicaré en una próxima entrada.

¡Hasta pronto!


4 comentarios:

  1. Increíble Arantza!!! te admiro un montón!! nuevamente enhorabuena!!! menudo largo camino para conseguir todos los puntos!! eres una campeona en toda regla!! ya me gustaría a mi ser tan constante y disciplinada como tu :)
    Bueno a esperar cuál es ese próximo objetivo :) quizás Marathon de Sables? :)
    Nuevamente enhorabuena campeona!!
    bss
    Tania

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    1. Muchas gracias, Tania. Caliente, caliente, ¡qué bien nos entendemos! La Marathon des Sables es mi sueño, ahí la tengo en la agenda para cuando tenga algo de dinerillo ahorrado (5.000 eurillos en total cuesta la broma) je, je,... Pero lo que tengo en mente ahora no se le queda muy atrás en términos de esfuerzo, pronto te cuento... ¡Un abrazo!

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  2. Felicitats!!! Repte aconseguit i a més un repte llarg, un any de proves i ser constant entrenant. Et mereixes un gran trofeu.
    A veure quin serà el pròxim que aquest ja és prou difícil de superar.
    I descansa una mica que t'ho mereixes.
    Campiona!!!!
    Petons.

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    1. Moltes gràcies, Anna. Sí, s'ha de ser molt constant, la clau és tenir-ho molt clar al cap, per quan venen els moments baixos, je, je,... Pel següent objectiu em sembla que estic una mica sonada, però me'l prenc amb molta il·lusió. Una abraçada.

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